Orígenes en el Siglo XIV: Hospital de Transeúntes de Ontinyent
Historia de la Fundación Santo Hospital de Beneficencia Nuestra Señora de Dolores de Ontinyent
La Fundación Santo Hospital de Beneficencia Nuestra Señora de Dolores de Ontinyent tiene sus raíces en el Hospital de Transeúntes de Ontinyent, una institución medieval fundada en el siglo XIV. Este hospital, ubicado en una de las entradas de la antigua villa, acogía a caminantes y personas que llegaban a la población, ofreciéndoles atención médica, alimentos y refugio. Financiado por las donaciones de los patricios locales y administrado por jurados de la villa y sacerdotes, su propósito era asistir a enfermos pobres y peregrinos desde una perspectiva de caridad cristiana.
Compromiso con la Caridad: Asistencia a Niños Abandonados
El Santo Hospital como Refugio y Hogar
Además de su función asistencial, el Santo Hospital desempeñó un papel crucial al acoger a niños expósitos, aquellos nacidos de embarazos no deseados y abandonados en la institución. En el siglo XVIII, se registraron 92 casos en solo cuatro años. El hospicio se encargaba de acoger, bautizar y trasladar a estos niños al Hospital General de València. Además, el hospital servía como lugar de enseñanza artística para estudiantes y como refugio para prostitutas durante eventos religiosos.
Transformación en el Siglo XIX: Casa de Beneficencia
Llegada de las Hermanas de la Caridad
En la segunda mitad del siglo XIX, bajo el auspicio del magistrado Miguel Huesca Guerau de Arellano, se planteó un nuevo proyecto: la creación de una Casa de Beneficencia. Esta casa, inaugurada en 1882, amplió las funciones del antiguo hospital al acoger a personas mayores desamparadas e impedidas para trabajar. En 1870, las Hermanas de la Caridad asumieron la gestión, permaneciendo a cargo durante más de un siglo hasta su partida en 2017.
Época Contemporánea: Desarrollos Recientes y Desafíos
Obras Significativas en los Años Sesenta
En tiempos más recientes, el Santo Hospital ha experimentado transformaciones, destacando las obras de los años sesenta que dieron lugar al edificio actual. La principal fuente de ingresos ha sido históricamente a través de donaciones y legados, con un fuerte compromiso de la comunidad local. A lo largo de los años, se han implementado iniciativas como la contribución obligatoria de los industriales en los años 50. El hospital ha demostrado ser un pilar importante en la comunidad, evolucionando para enfrentar los desafíos actuales con un enfoque en la atención y la caridad.
